Camino del Paraíso
Mi madre ha dejado de recorrer los caminos de este mundo.
Hoy se cumple el primer mes de su partida y creo oportuno compartir con ustedes esta poesía que ella muchas veces repetía.
Esta es una balada francesa adaptada al idioma español por Manuel del Palacio.
CAMINO DEL PARAÍSO
¿Dónde va la pobre niña
triste, sola y sin abrigo,
cruzando desiertas calles
y campos ayer floridos?
De un hospital a la puerta
llega con paso tranquilo,
y ¡Madre! exclama, lanzando
del corazón un suspiro.
-¡Márchate! - le dice un hombre
con voz y ademán altivos.
Calla con tus vanos ruegos,
déjame en paz con tus gritos.
Pero la niña inocente
sin moverse de aquel sitio,
-¡Madre! - llorando repite -
¡Hace un mes que no te he visto!
-¡Infeliz! - Murmura un viejo
por sus lágrimas movido.
En vano a tu madre llamas
del dolor en el asilo,
tu madre salió hace poco
camino del Paraíso.
Parte la niña, y pregunta
cuál es por allí el camino
que lleva a su pobre madre
como el anciano le dijo.
Todos la escuchan llorosos
y le contestan benignos:
-Largo es el viaje, y la senda
está llena de peligros.
Pero la niña no cede,
y en alas de su cariño,
sigue en pos de su esperanza
con la fe del peregrino.
La caridad la socorre,
valor le presta el delirio,
y por eso va serena
dando su duelo al olvido,
que espera hallar a su madre
camino del Paraíso.
Una noche, ¡pobre niña!
rendida de hambre y de frío,
cayó en un espeso monte
a un monasterio vecino.
Un pastor a la alborada
la halló dormida entre riscos,
y al monasterio en sus brazos
la llevó caritativo.
Mas ¡ay! en vano las vírgenes
se afanan por darle auxilio.
Sus mejillas palidecen,
sus ojos no tienen brillo,
su corazón ya no late,
sus labios están marchitos.
Ver a su madre deseaba
y Dios se lo ha concedido:
¡Allá va en brazos de un ángel,
Camino del Paraíso!
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